¿Por qué Prados de Descanso?

prados de descanso

Cuando decidí retirar mi caballo de deporte no encontré un lugar profesional que se dedicara en exclusiva a los prados de descanso y retiro en toda España que reuniera las condiciones para que pudiera disfrutar de su última etapa tal y como se merecía, tanto en calidad de pasto, extensión, como atención diaria. Además en mi caso, tenía el inconveniente de que mi caballo estaba entero. Finalmente un buen amigo al que le estaré eternamente agradecido, me dejó tenerlo en su finca. No era la mejor solución pero era la menos mala.

Curiosamente encontré una oferta amplia en este sector pero no exclusiva, muchas hípicas, fincas, etc… ofrecían prados que al final resultaban pequeños, con suelos sin comida suficiente, desgastados y sobretodo no tenían la vigilancia y cuidado diario que tan importante e incluso imprescindible resulta. Puede parecer que la gestión de un prado de descanso consiste en tener los caballos sueltos en el campo, darles de comer y poco más, pero os aseguro que la gestión de esto lleva muchas horas diarias si como digo queremos atenderlo bien. He trabajado como director técnico en varias ganaderías, y este es un trabajo similar al de unos prados de descanso, con distintos matices y protocolos, pero sería muy parecido, se necesita una dedicación exclusiva, diaria y plena si queremos hacerlo bien.

Esta situación personal y viendo la carencia exclusiva y profesional que hay en el sector,  me dio que pensar. Hay muchos propietarios de caballos quienes les tienen un profundo cariño y no quieren deshacerse de ellos cuando su vida útil llega a su fin. Esto es un problema, porque tenerlo en una hípica o club no es la mejor solución y además resulta muy cara. Encontrar un sitio que se dedique exclusivamente a los prados de descanso y retiro de verdad, de una manera seria y profesional no es nada fácil.
A partir de que me encontré con esta situación personal, empecé a darle vueltas a la idea de crear un centro en el que poder acoger a todos esos caballos cuyos propietarios querían llevar a descansar por el motivo que fuese. Un proyecto muy bonito e ilusionante, pero no era fácil por dos motivos fundamentales, el económico y la localización de un lugar que reuniera  las condiciones perfectas para este cometido.

Pasaron muchos años dándole vueltas a la idea y cuando económicamente me lo pude permitir, empecé a buscar. No fue fácil. Al principio de mi búsqueda cometí el error de empeñarme en buscar algo cerca de mi casa, pero el suelo y el clima no reunían las condiciones ideales para el caballo y me dí cuenta de que tenía que buscar una localización óptima para ellos y no cómoda para mi. Tardé 4 años en encontrar lo que yo creo es el lugar ideal, eso fue en el 2007 y aquí seguimos satisfaciendo las necesidades de nuestros propietarios de buen corazón y de sus caballos, que disfrutan de un retiro o descanso de lujo. Como dicen muchos de los propietarios que vienen a visitarlos, esto es como un resort de 5 estrellas.

Por desgracia no todos los caballos tienen la suerte de tener un final así. Soy de la opinión de que igual que nosotros tenemos derecho a unas vacaciones o un retiro digno el día de mañana ellos también se lo merecen. La gran mayoría de caballos, una vez alcanzan el final de su vida deportiva terminan en escuelas de tanda con jornadas de clases interminables, y cuando ya no valen ni para eso, se venden a tratantes que los venden por cuatro duros a los mataderos. Esta es una realidad que muchos no quieren ver, pero cada vez son más los propietarios que piensan en esto y son más sensibles con respecto a la responsabilidad de no desprenderse en los últimos años de su vida de quienes tanto les han dado, sus amigos y compañeros.